Avisos
Vaciar todo

Un desconocido me folla en el bosque

1 Posts
1 Usuarios
0 Reacciones
14 Vistas
TeLoCuento
Posts: 24
Autor
(@telocuento)
Usuario
Registrado: hace 1 mes

Salí temprano de casa para dar un paseo por el bosque. Usando un top de licra y pantalones cortos, mostrando mi cuerpo de guitarra, resaltando mis muslos gruesos, senos grandes y firmes y un trasero muy redondo. Todo un reflejo del sagrado entrenamiento diario.

Atraigo las miradas más diversas. Miradas de avaricia, de deseo. Un hombre no puede quitarme los ojos de encima. Es impresionante que todos los días camine al mismo tiempo que yo. Siento algo diferente por él, no lo puedo decir. Me lo imagino agarrándome, besándome, algo peligroso y salvaje ahí mismo en el bosque, me pierdo en ensoñaciones y vuelvo a la realidad.

Hasta que un viernes mientras corría apareció de la nada e insistió en acompañarme. Corrimos juntos unos 5 kilómetros, manteniéndonos en un sendero lejano lleno de árboles, por donde no pasa nadie. Incapaz de soportarlo más, dejo de correr, jadeando. Inmediatamente él también se detiene y se acerca a mí y me agarra con todas sus fuerzas, llevándome cerca de un árbol, me apoya contra el tronco y comienza a besarme. Intento resistirme, pero no puedo y me pierdo en sus labios. ¡Qué delicia!

Siento esa lengua ardiendo como carbón en mi boca, calentando todo mi cuerpo, se me pone la piel de gallina… tira de mi cabello y comienza a pasar su mano por mi cuerpo, sintiendo cada parte. Me besa aún más fuerte, pasando su mano por mi blusa, mis pechos, mi culo, mi coño, que ya está mojado... Me siento inmensamente cachonda, una mezcla de miedo a ser vista en el bosque con un hombre prohibido. deseo, de tener relaciones sexuales con un desconocido. La emoción aumenta.

Me quita la blusa y muestra mis senos. Elogia lo perfectos que son y comienza a besar y mordisquear lentamente la tetina que se pone erecta, succionando con fuerza como si estuviera amamantando. Le quito la camisa sudada y me deleito en ese pecho perfecto, que parece un paquete de seis. Me quita el short con la boca y admira mi cuerpo, el tanga negro – se vuelve loco y se arrodilla y deja el tanga a un lado y comienza a chupar el hilo… que cachonda me falta escalar las paredes… él Intercala metiendo el dedo y chupando... No puedo resistirme al placer y disfrutar como nunca... Entre gemidos de placer me quita las bragas y me acuesta en el suelo... se quita el pantalón y se viene con su polla dura y cachonda y juega con la cabecita... no Me resisto. pido todo. Juega, juega y poco a poco lo va profundizando.

El poder del ida y vuelta aumenta, en este punto ya nada más importa, ni siquiera si alguien aparece en el bosque y nos ve. Nos olvidamos de todo, sólo pensamos en nuestro placer. Me pide que me ponga a cuatro patas y poco a poco me doy la vuelta... queda encantado con el paisaje y sabiendo que mi culo es virgen. Lo moja con saliva y mete un dedo... Siento ese dedo recorriendo mi culo... una sensación agradable... y lo moja con más saliva y me dice que me relaje y que me va a encantar la experiencia.

Mete dos dedos y luego poco a poco me mete la verga en el culo... y poco a poco mete la cabeza... me tira del pelo y me pide que me ruede - me golpea el culo y me la mete. sin piedad.

Siento mucho dolor y pido que pare. Pero él no obedece y comienza a masturbarme el coño, lo que alivia el dolor y me relaja más y comienza a introducir su polla, abriendo mi culo y rasgando mis pliegues. Un dolor, mezclado con una lujuria inexplicable... Siento que mis piernas se ablandan... va y viene con su dedo en mi coño y su polla en mi culo en un vaivén envolvente... Lo siento pulsando por dentro. yo, me vuelvo a correr como nunca antes, y me golpea más el culo, me tira del pelo fuerte, me llama putita caliente y dice que se va a correr y me unta el culo por todo el culo con su semen caliente que corre por mis piernas. ¡Qué rico, qué sensación tan maravillosa!

Nos miramos a la cara, reímos y con esa mirada traviesa, nos vestimos y volvemos a correr por el bosque, conocemos a otras parejas y pensamos que apenas saben que hay mejores cosas que hacer en el bosque que correr.