Mi prima, la rubia

Si mi vecina Fátima, por sí sola, ya era una bendición en mi vida juvenil, permitiéndome tener encuentros fantásticos sin siquiera necesitar salir de casa, imaginen qué decir del hecho de que tenía una prima del interior que de vez en cuando venía a pasar una temporada en su casa. Carla era una rubia de […]

, , , , ,